Hace unos meses, leyendo sobre storytelling en un libro genial de Guillaume Lamarre descubrí uno de los ejercicios más efectivos que he realizado jamás sobre estrategia de marca. Hacerlo fue algo profundamente revelador que me ayudó en un momento de bloqueo con el branding de estudio Clove. Llevaba días sin saber cómo seguir, con dificultades para explicar mi esencia sin abandonar mi voz y confundida, muy confundida, entre tantas posibilidades. Leer, estudiar o meditar a lo David Lynch siempre me sirven para escapar del desorden y dejar de lado los líos. Esta vez, una nueva lectura me regaló la mejor solución recibida en mucho tiempo. Además, el ejercicio me situó rápidamente en otro lugar y observarme en una posición distinta, me ayudó a pensar en mí más que nunca.
Sr. Guillaume Lamarre, gracias por el último guion de la página 57, por fin conseguí equilibrar mi visión y misión para seguir definiendo mi estrategia. Me he tomado la libertad de añadir al ejercicio algunas cosas mías para que la reflexión te lleve un poco más lejos. Te explico.
El ejercicio propone imaginar que tu marca es un personaje de ficción. Alguien conocido que nos sea sencillo de identificar para descubrir cuál es su misión y poderes en este mundo. La idea es simple y enroscada a la vez, una maravilla mágica con cierto aire a ciencia ficción; personificarse en otro para revelarse ante uno mismo. Una propuesta brillante para amplificar o reducir mis líos, no sé. La idea es hacer el ejercicio a nivel de marca, pero también puedes realizarlo de forma personal, porque a veces nos perdemos y encontrarnos resulta difícil.
Te dejo el audio
sobre mi ejercicio. Me encantará leer tu personaje de ficción, ¿quién eres? Piensa en ti.